Se llama así porque en la casa número 8 estuvo ubicado desde el siglo XIV el Hospital de Peregrinos del Santísimo y la Magdalena (de Santiago a partir del siglo XVIII) con una capilla aneja que fue parroquial hasta que en el siglo XIV se construyó en la plaza Mayor la primitiva iglesia. El edificio, reestructurado dos veces, sigue existiendo con su vieja fisonomía.